Sobre mí
Mis inicios en la fotografía
fueron algo casual, mi pareja hizo un curso de fotografía en la universidad que
no pudo aprovechar del todo por no tener una cámara con modo manual. Fue
entonces cuando decidí regalarle una Nikon D5100, a la que finalmente no terminó
haciendo mucho caso. Al verla parada decidí empezar a buscar información por
internet para aprender a manejarla, ya que no tenía ni la menor idea de
fotografía.
En esa búsqueda de información
encontré el magnífico curso “Un año de fotografía” de José Benito Ruíz, con el
que aprendí a manejar la cámara en modo manual, mientras empezaba a atisbar la inmensidad de la fotografía. En ese
curso, me impactó especialmente la ponencia de Mario Rubio sobre fotografía nocturna
y lightpainting. Casualmente, Mario estaría impartiendo en unas semanas un
curso muy cerca de donde vivo y decidí apuntarme. Ese curso marcó el devenir de
mi formación y mi evolución en mis inicios.
Los primeros tres años de mi vida
fotográfica fueron dedicados en exclusiva a la fotografía nocturna y el
lightpainting con mi hermano Adrián, juntos creamos la firma “Light
Brothers”. Esto nos llevó a lograr un buen dominio de la técnica fotográfica y
la luz en relativamente poco tiempo. Tras tres años dedicado al mundo nocturno
fui descubriendo que la técnica es solo el 20% de una fotografía, y el 80%
restante era algo desconocido para mí. Poco mejoraría siguiendo cegado con la
técnica, el camino era entender y estudiar ese 80% que me faltaba.
Después de seis años, todavía me queda muchísimo por aprender, pero ese 80% ya no es algo tan desconocido para mí. La relación que tengo hoy con la fotografía ha cambiado enormemente desde mis inicios, y seguir este sendero sin fin me ha ayudado a conocer mejor lo que fotografío pero, sobre todas las cosas, me ha ayudado a conocerme más profundamente a mí mismo. Hoy ya no fotografío porque me apasione una técnica, ya no fotografío para conocer lugares maravillosos bañados por luces espectaculares y tampoco fotografío por ego. Hoy fotografío porque necesito plasmar lo que siento en fotografías que son principalmente para mí; fotografío porque sé que las fotografías nacen de lo más profundo de mi ser, no de una localización pintoresca; fotografío porque entendí que el verdadero éxito es alcanzar el desapego de uno mismo.
Después de seis años, todavía me queda muchísimo por aprender, pero ese 80% ya no es algo tan desconocido para mí. La relación que tengo hoy con la fotografía ha cambiado enormemente desde mis inicios, y seguir este sendero sin fin me ha ayudado a conocer mejor lo que fotografío pero, sobre todas las cosas, me ha ayudado a conocerme más profundamente a mí mismo. Hoy ya no fotografío porque me apasione una técnica, ya no fotografío para conocer lugares maravillosos bañados por luces espectaculares y tampoco fotografío por ego. Hoy fotografío porque necesito plasmar lo que siento en fotografías que son principalmente para mí; fotografío porque sé que las fotografías nacen de lo más profundo de mi ser, no de una localización pintoresca; fotografío porque entendí que el verdadero éxito es alcanzar el desapego de uno mismo.
-Fotografía cortesía de Rolando López-